Te llevo en mí
como
si fueras mil velas encendidas
que
queman mi tristeza.
Nado
en tu mirada mientras mi boca
busca
nuestro primer beso de la mañana.
Cierro
los ojos para verte mejor.
Las
estrellas de tus ojos
navegan
por mis venas.
Me
acerco a ti para dejar
que
tu cuerpo se vuelva mi cuerpo.
Mi
deseo recorre tu deseo.
Mis
ojos van por el camino de besos
que
hemos dejado en los dos.
Estoy
embriagado de ti,
de
los días que paso contigo,
de
tus amadas manos
que
bordan en mi piel
secretos
que nunca olvidaré.
Dejo
de ser yo
para
ser sólo fuego en tu fuego,
lluvia
en tu mar.
Te llevo en mí,
aunque no estés,
porque es la única manera de seguir viviendo.
Te llevo en mí,
aunque no estés,
porque es la única manera de seguir viviendo.
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