lunes, 13 de mayo de 2013

Tarde


Una tarde,
capricho de la memoria 
o de la fatalidad,
el nombre de ella 
regresó desde el ayer.
Volvió el olvidado deseo.
Desde el borde de la memoria
una ola de amor, de amor loco,
de ayer resucitado le ahogó.
No quiso que los sueños despertarán,
pero era tarde
y la soledad siguió abrazándolo,
arrullándolo
hasta que él regresó al olvido. 

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