sábado, 8 de diciembre de 2012

Amor de verano


Fue en un verano lejano,
yo tenía doce años
y la vi caminar por la playa.
Desde ese día le quise hablar.
La adoraba en silencio.
La sentía correr por mis venas.
La imaginaba siempre.
La soñaba cada noche
y esperaba su regreso en la tarde
mientras la imaginaba caminando conmigo
tomados de la mano.
Y un día, cuando ya los días
eran más cortos y la playa donde viví
este amor imposible
se quedaba casi sin visitantes,
mientras yo comía 
el último helado de fresa
de ese largo y cálido verano,
me habló
sin saber que ya la amaba.

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