jueves, 27 de diciembre de 2012

La amante

Cuando ya moría de amor
y mis sueños
se habían quedado en el ayer,
me resucitaste 
con la curiosidad de tus besos.
Tú también buscabas el amor.
Durante días y noches
descubrimos la magia del deseo,
la dicha de los sueños.
Nos amamos mil veces
para huir de la soledad.
Más un día
nos perdimos en otras vidas,
porque la felicidad
no es para los amantes.
Pero cada vez 
que te recuerdo
vuelve a latir mi corazón
entre tus sueños.

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